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Hipocresía política y persecución judicial [Esp./Port.]
Se ha desatado en todo el continente la criminalización y persecución de los gobiernos y frentes políticos progresistas y populares. Se llama “lawfare” e implica usar el sistema judicial contra el enemigo en una especie de guerra judicial. No hay casualidades, esto es parte de la política de dominación para América Latina impulsada por los EE.UU. y sus agencias. Desde hace algunos años las embajadas norteamericanas de la región vienen trabajando muy cerca con actores de nuestros poderes judiciales a través de financiamiento, invitaciones a EE.UU. o a celebraciones en la residencia del embajador. Los resultados están a la vista: los que siempre viajan, reciben financiamiento y visitan la casa del embajador son los mismos que con simultaneidad inusitada están privando de derechos básicos a Lula Da Silva, a Cristina Kirchner y a Rafael Correa.
En la mayoría de los casos, estos mecanismos se apartan del Estado de derecho en nombre del Estado de derecho, al igual que cuando se declara la guerra en nombre la paz. Porque el objetivo principal no es la justicia, sino generar sospechas, desacreditar, judicializar y condenar antes del proceso de juzgamiento. Y al igual que en cualquier guerra, no se puede ganar sin la propaganda masiva de los grandes medios de comunicación, que ejecutan las campañas de desprestigio contra los ex mandatarios/as, que supieron desarrollar políticas de justicia social y soberanía nacional como hace mucho no sucedía en la Patria Grande.
Estos empleados judiciales locales de las embajadas de Estados Unidos, son actores/ directores mediáticos que dirigen escenas de allanamientos policiales y prepararan confesiones de arrepentidos (que luego se desdicen), que se ajustan a la medida de los intereses y tiempos políticos de los gobiernos neoliberales. El show que dirigen se llama “Bailando para meter preso al presidente/a”. Pero los directores pasan y los canales de televisión siempre quedan. Entonces, ponerle nombre a la guerra judicial en Brasil se llama Red Globo, en Argentina Grupo Clarín, y en Ecuador Diario El Universo.
Este proceso no empezó con la guerra judicial sino con los “golpes blandos” parlamentarios en Honduras (2009), Paraguay (2012) y Brasil (2016), donde bloques legislativos también se apartaron del Estado de derecho, cancelaron la presunción de inocencia de los mandatarios, y los desplazaron para imponer una agenda de gobierno radicalmente opuesta a lo que habían votado los pueblos.
Los objetivos finales de esta guerra son consolidar democracias restringidas donde el pueblo sólo pueda optar por alternativas neoliberales de ajuste, privatización, endeudamiento y sometimiento de la propia política exterior a la de los Estados Unidos, como ocurre con Temer, Macri y Lenin Moreno. En síntesis, es la transferencia de recursos del pueblo a los ricos, y la pérdida de soberanía nacional para la recolonización continental de nuestros recursos naturales.
Esta pésima película cargada de hipocresía y odio, la acabo de revivir cuando viajé para visitar a Lula en la prisión. Lo acusan injustamente de un delito que no cometió y no le quieren permitir ser candidato presidencial porque le tienen miedo. Miedo porque saben que puede ganar las elecciones y volver a luchar por mayor justicia redistributiva y mayor soberanía nacional. Por eso no tiene derecho a recibir entrevistas de medios de comunicación, mientras que muchos presos por motivos de sangre aparecen en la televisión todo el tiempo. Lula es un preso político y hasta la ONU lo tuvo que expresar hace unos días con mucha claridad al Estado de Brasil.
La falta de responsabilidad ético-jurídica y social nos espanta y nos recuerda los peores momentos vividos en el país y la región. La degradación a que son sometidas las instituciones del Estado y el pueblo, viola los derechos humanos y pone en riesgo las democracias que tanto costó construir.
La corrupción hay que combatirla con el Estado de Derecho, con altura y sin dañar a las personas. Nadie es culpable hasta que el acusador demuestre lo contrario, toda persona tiene derecho a un juicio justo y a no caer en manos de un juez que ha demostrado falta de equidad y equilibrio para impartir justicia. Quienes respetamos la democracia esperamos que el Poder Judicial argentino respete estos principios para investigar las cuentas offshore del Presidente y varios Ministros, la causa del Correo Argentino, el dinero no declarado que no se puede justificar, los aportes de campaña ilegales y tantas otras.
Nos duele profundamente como pueblo llegar a esta degradación de valores y de equidad, necesitamos fortalecer el derecho de vivir en democracia para todos y todas, y resistir en la esperanza de que otro país y otra Patria Grande son posibles.
Publicado originalmente en el diario Página/12: https://www.pagina12.com.ar/137519-hipocresia-politica-y-persecucion-judicial
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Hipocrisia política e perseguição judicial
Desatou-se em todo o continente um processo de criminalização e perseguição dos governos e frentes políticas progressistas e populares. O nome técnico utilizado para essa estratégia é lawfare, o uso do sistema judicial contra o inimigo, numa espécie de guerra judicial. Não há casualidades, isso é parte da política de dominação para a América Latina impulsada pelos Estados Unidos e suas agências. Há alguns anos, as embaixadas norte-americanas da região Leer el resto de esta entrada »
24 de marzo: Hagamos caminar la memoria
Siempre señalo que la memoria nos ayuda a comprender el presente y construir nuevos caminos. Los sobrevivientes a la dictadura militar en Argentina tenemos la responsabilidad de transmitir a las nuevas generaciones no sólo lo vivido durante esa época de terror, persecuciones, desapariciones, exilio, cárcel, torturas y un modelo económico neoliberal excluyente, sino además la necesidad de comprender por qué se llegó a esa situación donde las libertades democráticas de los pueblos fueron sometidas por la violencia y se impuso el totalitarismo.
Lo ocurrido en la Argentina no fue un hecho aislado en el continente, donde se implantó la Doctrina de Seguridad Nacional de los Estados Unidos y la operación Cóndor. Hoy, a 42 años del golpe militar tenemos que analizar dónde estamos, qué pasa con las políticas de derechos humanos en nuestro país y el continente.
No hace falta una lectura muy profunda para constatar graves retrocesos impulsados por el actual gobierno nacional: cierran escuelas, desmantelan hospitales, aumentan la inflación, los despidos de trabajadores/as, aumentan la pobreza y el hambre actual y futura porque nos están endeudando en el exterior a niveles insostenibles como continuadores del mismo modelo neoliberal de la dictadura. Ante el lógico aumento de los conflictos sociales, la respuesta fue fomentar más represión de las fuerzas de seguridad, y más persecución y encarcelamiento político de los opositores por pensar distinto, como denunció la ONU, la OEA y acaba de denunciar Amnistía Internacional. Cómo si fuera poco han creado la “doctrina Chocobar” de matar y luego preguntar, y continúan insistiendo en dar el beneficio de prisión domiciliaria a condenados por crímenes de Lesa Humanidad como Astiz y Etchecolatz. Parece que para este gobierno la vida no vale, o al menos la vida de algunos.
Podría continuar señalando las violaciones de los derechos humanos y de los pueblos por el gobierno nacional y los provinciales, pero lo central es que después de mucho tiempo logramos unir criterios, voluntades y fuerzas para enfrentar la violencia del Estado y la pérdida de derechos del pueblo.
Necesitamos de la unidad en la diversidad, dejar a un lado los partidismos mediocres y buscar los consensos de todos los sectores sociales, políticos, culturales y religiosos. Necesitamos construir más espacios de reflexión crítica y construcción social, para saber el país que queremos y hacia dónde vamos.
El desafío es grande pensando lo que ocurre en el continente. Los golpes de Estado están avanzando en la región con nuevas modalidades: golpes parlamentarios, judiciales y mediáticos. Vivimos un proceso de recolonización que debemos resistir generando medios alternativos para enfrentar el accionar de la prensa canalla que busca denigrar y acusar a opositores sociales, sindicales, políticos para justificar un sistema de dominación.
Tengamos en cuenta que democracia y derechos humanos son valores indivisibles, si se violan los derechos humanos se debilitan las democracias y se abre el camino al totalitarismo. Estamos frente a desafíos superadores para construir un nuevo amanecer para nuestro pueblo. No olvidemos que lo que sembramos recogemos.
Este 24 de marzo nos movilizamos por más Memoria, Verdad y Justicia, porque son 30.000, fue un genocidio y decimos Nunca Más.
*Adolfo Pérez Esquivel
Presidente del Servicio Paz y Justicia.
Publicado en el diario Página/12 el día 24 de marzo de 2018. Disponible en línea en: https://www.pagina12.com.ar/103590-hagamos-caminar-la-memoria
Bicentenario de la Independencia Nacional: Soberanía o dependencia
Mañana se conmemoran en Argentina los 200 años de la declaración de su Independencia del imperio español. En el tiempo transcurrido hubo muchas luces y sombras en el caminar de nuestros pueblos, en sus luchas y esperanzas por mantener y reforzar la independencia y la soberanía.
Es imperioso recordar el reclamo del general José de San Martín al Congreso reunido en Tucumán para que se declare la independencia de España, cuando en Europa volvían a soplar los vientos de una restauración conservadora de la mano de la Santa Alianza y los intentos de recuperar las colonias pérdidas para los borbones. La decisión emancipadora de los patriotas de Tucumán, contrasta hoy en día con nuevas restauraciones conservadoras de servilismo colonial. Así vemos al presidente Gunga Din invitar al rey Juan Carlos a los actos de nuestro Bicentenario y al ministro de Economía pedir perdón a los empresarios españoles por las estatizaciones de YPF y Aerolíneas Argentinas, cuando éstos fueron responsables de la falta de inversiones y vaciamiento de esas empresas y hasta algunos de sus ex gerentes están presos.
La situación actual enciende luces preocupantes. Los gobiernos neoliberales en el continente, como el de Argentina, quieren dejar de lado el Mercosur para establecer acuerdos de libre comercio con la Unión Europea, ingresar en la Alianza para el Pacífico y aceptar el Tratado del Trans-Pacífico –TPP– que promueve EE.UU., en suma, pretenden de- senterrar el ALCA.
Los condicionamientos que implican estos tratados conspiran contra toda política soberana de nuestros pueblos, dado que proponen una integración asociada a las transnacionales, que son ampliamente favorecidas con la liberalización de las transacciones comerciales y financieras. Además de otorgarles numerosos beneficios para asegurar mínimos riesgos en la inversión y máximas ganancias para sus casas matrices.
Las condiciones leoninas de sometimiento y subordinación que imponen estos tratados son a cambio de nada o de muy poco. Para estas políticas neoliberales, el trabajo es una mercancía y por lo tanto un costo a minimizar. Las políticas internas no contemplan desarrollos propios en materia de investigación y desarrollo, bienes de capital, ni favorecen las medianas y pequeñas empresas, ni la agricultura familiar, ni la redistribución de ingresos y los mercados internos.
Hagamos memoria sobre lo ocurrido hace tan sólo 10 años. Aquella gran movilización en Mar del Plata donde los movimientos sociales de distintos pueblos latinoamericanos nos congregamos para decirle NO AL ALCA, el Tratado de Libre Comercio que pretendía imponer EE.UU.. El rechazo fue contundente y se reafirmó el derecho de autodeterminación de los pueblos, cuando se encontraban reunidos los presidentes de América latina y el entonces presidente de los EE.UU. George Bush.
Además del TPP, para excluir a China del área de libre comercio, EE.UU. promueve hacia el Este el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP), para excluir a Rusia. La sumisión a la geopolítica de EE.UU. nos llevará irremediablemente a destruir la capacidad productiva y desarrollo de nuestros países en favor de los grandes centros del poder, agudizando los conflictos y las desigualdades, debilitando las instituciones y entregando nuestra soberanía aún más. Nos llevarán a la re-colonización de nuestros países, para volver a llevarse nuestros bienes y recursos naturales.
El TPP, el TTIP y el TiSA son tres tragedias para la humanidad, la prueba de esto es que están siendo negociados en secreto a espaldas de los pueblos. Lo poco que sabemos fue filtrado por Wikileaks confirmando la gravedad de estos acuerdos: las empresas estarán protegidas de las leyes nacionales y quedarán libres de sanciones.
Hagamos memoria. La historia ha confirmado en demasiadas ocasiones, que las empresas multinacionales no vienen a desarrollar la vida de los pueblos, vienen a explotar, a saquear los bienes y recursos. Así como también ha confirmado que la deuda externa que ofrecen los organismos multilaterales y las potencias buscan convertirla en la “deuda eterna” que les permita condicionar y disuadir toda búsqueda de soberanía, mientras los pueblos deben pagarla con desempleo y hambre.
El gobierno de Cambiemos privilegia la alianza con los EE.UU. y se aleja de los acuerdos regionales, como el Mercosur, la Unasur y la Celac. Así lo demuestra el repudiable apoyo al golpe blando en Brasil y el viaje que hizo a Chile como observador en el encuentro de la Alianza del Pacífico. A 200 años de la Independencia Nacional, el gobierno de Macri nos lleva nuevamente a la recolonización, y estos primeros seis meses de gobierno son sólo una muestra. Todas las flores fueron para los poderosos y para el pueblo sólo hubo pobreza, despidos, ajuste y represión.
La defensa de la autodeterminación de los pueblos y la integración regional, va más allá de los gobiernos de turno. Los pueblos no podemos ser espectadores de las políticas impuestas, somos protagonistas con derecho a confrontar los actos que nos vulneran para que se respeten nuestros derechos. La Independencia hoy significa más que nunca democracia participativa e igualdad, si queremos construir un país libre y soberano, debemos fortalecer las alianzas regionales como sucedió hace 200 años en la Patria Grande, exigir el fin de las negociaciones secretas del TPP y TTIP. Mientras tanto, los movimientos populares enfrentaremos estas amenazas como se hizo contra el ALCA hasta derrotarlos. No olvidemos que la soberanía no se regala, se construye.
Por Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz.
Publicado en el diario Página/12 el día 8 de julio de 2016: http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-303732-2016-07-08.html
Adiós mango ingrato te vas y me dejas pato
Haciendo memoria recordé que hace unos años en la verdulería del barrio, me dieron de vuelto un billete de 2 pesos, moneda nacional de curso legal”. que tenía escrito con bolígrafo una frase que decía: “Adiós mango ingrato te vas y me dejas pato”; lo conservé durante varios años.
No resulta fácil vivir en este país donde “con la promesa del futuro sacrifican el presente”, y donde el mango ingrato se va y nos deja pato.
El peligro está latente. A seis meses del gobierno de Cambiemos nos preocupa que no hay una flor y eso es grave. La política de Cambiemos prioriza el capital financiero por sobre la vida del pueblo. La promesa electoral de “Pobreza 0” se convirtió en la política de “Impuestos 0” para los ricos, mientras no para de crear millones de nuevos argentinos empobrecidos, y veta la ley antidespidos para continuar fomentando más despidos.
El gobierno no encontró al país tan enmarañado como dice que lo encontró, y sus flamantes acusaciones de corrupción offshore no tienen nada que envidiarle al anterior. Se decidió al pago de la deuda externa y eterna, inmoral e injusta a los “fondos buitres”, que compraron por nada y quieren todo. Y además ya contrajo de una vez una cantidad exhorbitante de deuda externa. Como no se ha conocido nunca en nuestra historia.
También indigna ver como desfinancian universidades y cierran centros educativos como las orquestas juveniles. Era un avance y orgullo nacional e internacional, que los chicos aprendisen música que les permitiese integrarse y soñar con un mundo mejor y hacerlo realidad. La decisión de dejar a más de 3 mil docentes sin trabajo y silenciar las orquestas en el país, es silenciar el alma y la esperanza de más de 20 mil chicos y chicas.
La gran inversión de un país es la educación como práctica de la libertad, de la conciencia crítica y valores, los profesionales, científicos, técnicos, artistas y trabajadores deben ser apoyados por el Estado.
Como si fuera poco se silencian voces de medios de comunicación y periodistas que pueden ser discordantes con el gobierno. Nos llevan a lo peor del pensamiento único. Hay que tener presente que la riqueza de los pueblos es la diversidad y no la uniformidad. El pueblo no puede someterse al monocultivo de las mentes, ya pasamos eso y es necesario recordar que en los monocultivos no hay pájaros, abejas, mariposas, sapos porque han matado la biodiversidad.
Estamos en un país donde siempre se comienza y nada se termina. No es cierto que lo que hizo el gobierno anterior no sirve para el gobierno actúal. No todo lo que hizo el gobierno anterior fue negativo, hay que separar la paja del trigo.
La democracia es un camino a construir con la participación del pueblo que es el gran maestro y constructor de la historia.
Adolfo Pérez Esquivel
De deudas y buitres
El Congreso de la Nación debate seguir sometiendo el país a los dictados de un tribunal extranjero, dando de comer a los insaciables capitales financieros, profundizando el endeudamiento iniciado hace 40 años por la dictadura cívico-militar y sus consecuencias nefastas de dependencia, empobrecimiento, desempleo y dominación. La mayoría de la Cámara de Diputados ya ha dicho sí a la ignominia.
Son vergonzosamente pocas las voces que se levantan, dentro del recinto, para rechazar la extorsión del Poder Ejecutivo y sus pretendidos aliados transnacionales y asumir sus propias responsabilidades, como parlamentarios, por la protección de la soberanía y los derechos de quienes se dicen sus representados, el pueblo argentino.
Algunos evocan un tono nostálgico, haciendo Memoria de su otrora oposición al pago de una deuda ensangrentada, ilegítima y fraudulenta para intentar convencer, aunque sea a sí mismo, que exigir Verdad y Justicia, pretender ejercer sus funciones soberanas y constitucionales, ya pasaron de moda. Otros dudan que el acuerdo que propone el Ejecutivo, a fin de cumplir con las exigencias del tribunal neoyorquino, realmente redundará en el paraíso prometido pero no tienen la valentía de señalar que el rey, de verdad, está desnudo.
No es “normal” acordar pagos multimillonarios para una deuda comprobadamente ilegítima, ilegal e impagable. No es “endeudándonos para pagar deuda” que se va a resolver los desafíos de inclusión, empleo, bienestar para todos y todas así como protección a la madre naturaleza.
Llamamos nuevamente a los miembros del Congreso de la Nación, en especial a los Senadores que aún tienen oportunidad para mostrar su apego a la ley y los derechos humanos, al Presidente de la Nación y su gabinete, a asumir sus obligaciones para con el pueblo argentino, no con supuestos acreedores ni los interesados de siempre – tanto adentro como afuera del país – en seguir saqueando la riqueza que aquí abunda. Tienen primacía los derechos humanos, los derechos del pueblo, por sobre todo.
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